¡Gran apóstol celestial!
¡0h Príncipe poderoso! Con tu poder milagroso.
Líbrame de todo mal.
De robo en camino real.
Pleitos, heridas mortales,
en cerros, montes y llanos
pues te invocan los cristianos.
A ti y a todos los santos,
Tú nos librarás de espantos
De brujas y de hechiceros
Y de los malos vecinos
Que intentan hacernos mal.
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