1690. Por eso iconográficamente aparece al lado de una custodia o un cáliz.
San Pascual santificó la cocina y la repostería, pues en el convento trabajó en todos los oficios; portero, hortelano, cocinero y refitolero. Recogías las sobras de la comida y las repartía entre los pobres, siempre tenía para todos una sonrisa, una palabra ambale y a veces un latgo sermón. Reservaba para sí la peor parte de la comida y daba la mejor a los guardianes, a los predicadores y a los enfermos.
Mientras hacia lo que fuera en la cocina, siempre meditaba bellas jaculatorias; cuando había puesto en orden los platos y colocado el pan en su sitio.
Tal era su alegría, que a veces hasta bailaba delante de la virgen que estaba a la entrada del comedor. Pero no por eso se llamo Bailón, sino por ser hijo de Martín Bailón y Pascual, por haber nacido el día de Pascua Florida. Su fiesta se celebra el 17 de mayo. Gracias a los franciscanos, su devoción muy pronto se extendió por nuestro país.
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